Muchos malaguistas se preguntarán cómo fue posible el éxito en última estancia de don Sergio Pellicer.
Cabe decir que lo dije y lo expuse muchas veces dejando muy claro que el equipo arrastraba gran déficit de condición física.
Estaba bien claro que unos jugadores que aguantaban en el campo de fútbol media hora y después se perdían en la nada de los tiempos, no funcionaban muy bien.
Tardaron mucho los preparadores físicos en captar la desintonía rampante de un equipo muy castigado por las insensateces de unos y otros. Los que pagaban el pato eran los jugadores y sus continuas lesiones durante toda la temporada.
El equipo tuvo que superar todo eso y mucho más. Los abusos con los complementos como las pesas, estaban a la orden del día acarreando lesiones.
Si el Málaga CF quería que superar al Nástic, tenían que ganar condición física los jugadores. Fue un cambio radical para el equipo. El Míster cambió jugadores cuando ya no podían dar más de sí.
No sé cuántos jugadores se pueden cambiar durante un partido pero Pellicer actuó cambiando jugadores pante la debacle.
Así llegó el gol de Dioni, que cada vez que echaba a correr los del Nástic no lo podían coger en sus galopadas. Salvó el cuello de Pellicer empatando la eliminatoria. Y Antoñito, que andaba cerca y apenas se le veía, tuvo la ocasión y no la falló.
Un equipo que renqueaba a la media hora de comenzar los partidos, cambió radicalmente para sortear los Play Off de ascenso. Entre todos los jugadores aguantaron 125 minutos de desgaste corrosivo que los sometió el Nástic de Tarragona, para salir vencedor de una eliminatoria que a pocos minutos del final la tenía perdida.