El gol del InterCity durante el tiempo de descuento es fácil de diagnosticar si entró o no el balón.
Hubo un momento en que Herrero estaba detrás de la línea. Si Herrero estaba detrás de la línea, el balón también estuvo detrás de la línea, claramente sugiere que fue gol del InterCity que el árbitro dictaminó que no lo fue.
No quiere decir que los árbitros sean muy malos o muy buenos. Y digo sean porque el que mejor posición tiene para saber si el balón entró o no es el linier, bien colocado en el fondo de la imagen, ya que los árbitros hablan entre sí durante los partidos y aunque no lo veamos, toman las decisiones entre ellos.
- Yo creo que puede haber entrado pero no estoy seguro - diría el linier.
- Si por lo que sea no lo has visto claro pues no pintamos gol - diría el árbitro a su ayudante.
- Mejor que no lo pites porque yo tengo dudas - el linier.
- No, no lo pito - el árbitro.
Y con ese dictamen el árbitro y el linier dejan continuar el partido como si fuera una parada de Herrero bloqueando la entrada del balón al fondo de la portería malaguista.
A Pellicer yo no lo renovaba ni regalado. Pero lo que el equipo tiene que hacer es seguir sumando puntos y no perder pase lo que pase, con o sin Pellicer en el banquillo, con la sola idea de volver al fútbol profesional.
Después no nos quejemos de los malos arbitrajes. No todos los árbitros son tan malos no tan buenos ni tan regulares. Los árbitros son los que ponen ley en el campo para que las confrontaciones entre equipos rivales no se pasen de la raya.
Los arbitrajes suelen ser malos todos porque las decisiones pueden provocar que gane un equipo u otro. Pero esas circunstancias sólo se dan cuando, los equipos que supuestamente se creen muy buenos, son tan pardillos que les cuesta mucho hacer gol.
Las decisiones arbitrales suelen perjudicar el juego de ambos equipos. Lo peor de un equipo es carecer de gol para ganar limpiamente al rival. Ahí es donde perjudican más los arbitrajes por la sencilla relación que existe en tener poco gol y tener dependencia de las decisiones de los árbitros.
El Málaga CF de Sergio Pellicer se mueve en tercera división (aficionados) con un alto grado de condición física mediocre y partidos de cien minutos es lo que es incapaz de hacer goles frente a equipos correosos de largo recorrido.
El balón ha entrado porque es muy fácil observarlo en vídeo o en una foto, con un Herrero que lo atrapa dentro pero le cuesta soltarlo con precisión. La visión engaña a los árbitros, toman una decisión en cuestión de segundos y dejan seguir la jugada.
El Málaga CF ha ganado y el InterCity ha perdido con esa decisión. Si se acepta éste hecho, cuando ocurra a la inversa no se puede despotricar con "nos han robado", pues el equipo habrá tenido cien minutos para marcar goles, ganar al rival y a las decisiones arbitrales que pudiesen perjudicar.
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