Es la ley eterna que aglutina lo vivo y lo inerte, lo real y lo místico, lo concreto y lo abstracto, y según las enseñanzas de Lao-Tsé nos lleva a comprender y vivir conforme al Tao.
En el resumen del partido Málaga CF vs Leganés, he visto correr con manifiesta desesperación un defensa al que se le escapó un delantero que volaba sin obstáculos para agujerear la portería malaguista, lo alcanzó y sin tocarlo obstaculizó dejando en una anécdota sin importancia la peligrosa escapada.
He visto varios disparos desesperados muy lejanos del Leganés con la mala intención de hundir la lucha por la salvación de un club tremendamente castigado como el Málaga CF.
Observé los repetidos intentos del capitán Lago Junior por colarse entre los defensas contrarios bien colocados para obstaculizar las evoluciones malaguistas y los repetidos disparos que el portero madrileño les ha bloqueado por no atinar por las esquinas.
El rechace de los disparos que los jugadores malaguistas volvieron a controlar para colocar otro disparo que un defensa del Leganés pudo desviar sin mucho éxito, y rebotado llegar a las piernas de Rubén Castro que estaba vez no estaba fuera de juego para atinar dentro de la portería contraria lejos del portero.
Incrédulo viendo a Chavarría robar un balón a un defensa leganita en pleno ataque de acoso a la portería de Yáñez con la malvada intención de empatar el partido en los minutos finales en los que incluso el portero leganense fue a rematar dentro del área de la portería malaguista.
Chavarría robó el balón como Almanzor la campana de la iglesia de Santiago, y se lo llevó arrastrándolo por toda la Vía de la Plata hasta la portería leganita sin portero, asegurándose de no ser alcanzado y que entrara hasta la red como una campana chillona cuyo sonido repicó por todos los rincones de la Rosaleda.
Para terminar, los jugadores del equipo malaguista tuvieron la inhumana acción de reunirse en el centro del campo formando una piña dentro de una indigesta pizza, con el único fin de enviar un desagradable mensaje a los nueve equipos de los nueve partidos con los cuales tendrá que jugar las nueve finales que le quedan antes de que acabe la liga en Segunda División y lograr evitar el descenso.
Yo creo que a la pizza con piña le faltaba algo de sal y brea marina con un poco de bicarbonato empapado en vinagre ágrio de lo más peleón, para desatacar las tripas de los que quieren aprovechar la crisis ejecutiva malaguista y pisotear los colores blanquiazules del escudo enviándolo a Tercera.
Que los aficionados malaguistas sepan que vienen a robarnos los pescaítos fritos que alimentan el alma del Málaga CF porque fuimos fieros y terribles guerreros míticos del Reino donde aprendimos a amar la cultura del agua, las cervezas y el arte de los pescaítos, que disfrutamos y solo nos pertenece a nosotros, pero nos lo quieren robar.
Así que en los próximos nueve partidos que quedan, los ojos malaguistas tienen que brillar como la Luna de Málaga en tiempos de los fieros guerreros del gran Reino de la cultura del agua.
Meted miedo a los godos del norte regalándole buenas pizzas con piña que los destripe. Ni cervezas ni pescaítos. Que la ruina les provoqué terror y que su tortura sean los goles del Málaga CF.
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