Todo equipo malagueño que se precie debería instaurar este sistema que va definido a la par que el funcionamiento físico psicológico del jugador de fútbol como atleta.
A) Los lunes son días de desechar las sobrecargas de la competición, da igual que el partido se jugó en sábado o domingo. Es el día clave para desechar todo lo acumulado: tensiones, ácido láctico, sobrecargas musculares, roces entre jugadores, etcétera. Es un día aeróbico suave.
B) Los martes son días de poner a prueba las altas prestaciones con un ejercicio de alto nivel Anaeróbico a última hora de los entrenamientos por la tarde que los jugadores tienen que alcanzar su máximo nivel al 100%. Su composición: series cortas con balón y sin balón con intervalos de recuperación de un mínimo de 60" segundos que alcancen un tiempo total de entrenamiento de dos horas.
C) Los miércoles son días de intermedio entre los dos grandes días de la semana. Son días de aeróbico suave, de transición entre el martes y el jueves. Si no tienes consciencia de lo que significa este día, no podrás entender qué significado tiene un jueves en la excelencia de las perfomances futbolísticas.
D) Los días claves son los jueves porque los ejercicios de alto nivel Anaeróbico a última hora de los entrenamientos por la tarde tienen que llevar a los jugadores a su máxima capacidad mediante tiradas cortas con balón y sin balón a ritmos cardíacos superiores al 100% de la capacidad. Que los jugadores tengan pájaras durante estos entrenamientos es mejor a que las tengan durante los partidos y les hagan un gol.
E) Los viernes son días para hacer juegos de niños pequeños sin más objetivo que la recuperación total previa a los partidos. Incluso si pones un tablero de ajedrez, damas o los jugadores se ponen a jugar a las cartas con o sin balón ya va perfecto. Aunque lo mejor es entrenar defensa en un área donde un equipo ataca al otro dentro del área grande y alrededores.
Si no has entendido nada de lo que he colocado aquí, tendrías que mirar de qué antro han salido tus conocimientos sobre entrenamiento futbolístico y a condición de qué te han regalado unos buenos cuernos.
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