como el sentir malaguista,
porque al Málaga casi lo liquidan,
hombres de negro de mal agüero,
para borrar las líneas azules,
del bravío mar,
donde nacieron nuestros abuelos.
Lágrimas blancas malaguistas.
Bravío mar azul del desconsuelo.
Descampado verde de La Rosaleda. Templo y teatro de todos los sueños.
Dejad al Málaga en paz,
cabrones venidos
del puñetero infierno.
Ojalá os arrastre un huracán.
Ojalá os arrastre un ciclón.
Que os lleve hasta
el horizonte de sucesos,
un agujero tan negro,
que engulla vuestro
siniestro corazón.
Lágrimas blancas malaguistas.
Bravío mar azul del desconsuelo.
Descampado verde de La Rosaleda. Templo y teatro de todos los sueños.
Bernabé Ramírez
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