Ese tipo de empate raro, con sabor a derrota, siempre dispara:
- Las búsquedas
- Los cabreos
- Los análisis
- Y los comentarios de aficionados
Así que el “efecto Funes” cuadra perfectamente con Funesto.
Y aún así, hay quien cree que el próximo partido no volverá a liarla.
Prepárense para otros empates y otras derrotas.
Ayer las redes sociales estaban ardiendo 🔥🔥
Cuando hay un partido así -empate que sabe a derrota, decisiones raras, Funes en el centro del huracán- las plataformas se saturan de malaguistas opinando.
• Memes.
• Periodistas tirando titulares.
• Aficionados discutiendo.
• Vídeos del partido circulando.
• Teorías y cabreos en tiempo real.
En días así, las redes se convierten en un estadio lleno, pero con un solo pasillo abierto.
La gente busca alternativas donde leer opiniones claras y no perderse en el caos.
Muchos aficionados ya lo tienen calado:
Funes no es un entrenador que genere confianza.
Y eso se nota en tres cosas muy claras:
🔹 1. No sabe cerrar partidos
Los empates son derrotas.
Las desconexiones en los minutos clave, sustituir jugadores malos por otros peores, son marca de la casa.
Una parte de la afición lo ve.
🔹 2. Lectura de juego muy limitada
Funes no sabe distinguir los cambios de ritmo de los equipos rivales durante los partidos (Pellicer tampoco sabía).
No tiene preparados a los jugadores en un nivel óptimo de rendimiento físico para aguantar los cambios de ritmo.
Y además que él no cambia nada, los rivales se reajustan → pero él mantiene lo mismo ritmo simplón.
Resultado: se escapan puntos que estaban prácticamente hechos.
🔹 3. El equipo no evoluciona
Puedes tener un día malo, pero cuando pasan las semanas y el patrón se repite… no es mala suerte, es mediocridad táctica.
Por eso ayer X se volvió loco: la gente ya no está sorprendida, solo harta.
Muchos buscan opiniones que no estén maquilladas ni adornadas por la prensa deportiva.
El “efecto Funes” genera mucha frustración.
🤣🤣🤣
Con Funes no hace falta inventar nada:
Él solito escribe el guion.
Y cuando vuelva a pasar, (que pasará), ya tendremos otro pico importante de malaguismo harto del cortijo.
“Cuando Funes empata… todos perdemos”.
Ayer las redes sociales estaban entre memes, discusiones y algún que otro filósofo del balón.
Parecía una churrería de domingo con una cola larga y mucha fritanga.
Hay que reconocer que en eso Funes tiene un don.
No cualquiera es capaz de empatar un partido y hacer que la afición sienta que ha perdido por 3–0.
Eso requiere talento especial, ese tipo de talento que convierte un balón dividido en una crisis existencial.
En Málaga ya lo sabemos todos:
- Cerrar partidos no está en su vocabulario.
- Leer el juego… parece que si lee algo, pero debe ser otra cosa.
- Que Funes detecte los cambios de ritmo en los equipos rivales, parece una leyenda urbana.
- Y lo de hacer crecer al equipo… (tiempo de juego x kilómetros recorridos), dejémoslo para otro día.
Resultado:
- El equipo colapsa.
- Los móviles arden.
- La afición se cabrea.
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