Albacete Balompié - Málaga CF, partido estratégico

Si yo fuera entrenador, tendría muy seguro qué jugadores mandar a la Patagonia para que no vuelvan a jugar más con el Málaga CF. 

Al Málaga no se viene a trabajar sino a competir por el escudo, que para eso pagan a los jugadores. Lo que pasa que muchos quieren vivir del cuento, para rendir bien poco cobrando un dineral.

Y si a muchos aficionados les parece que 10.000 euros al mes en fútbol es poco dinero, será porque en su trabajo no son mileuristas, porque en el atletismo correr a 3:30 minutos por kilómetro, es ser casi un podenco, y yo nunca he conocido a un futbolista que haya sido capaz de correr a menos de 3:30 minutos por kilómetro en una carrera de sólo 5 kilómetros.

Los futbolistas son caros por la parafernalia que rodea al fútbol. En el deporte de verdad, son unos podencos malos, pero malos de verdad, unos deportistas cojos, con pocos cojones y mucho teatro.

Por eso digo que yo hubiera enviado a la Patagonia a la porquería de futbolistas de reserva que tiene el Málaga CF en el banquillo, que en cuanto les dan una oportunidad, demuestran lo podencos que son jugando al fútbol.

Verás tú cómo los defienden aficionados de pacotilla, seguro que son muy madridistas a escondidas, porque por mi parte, teniendo futbolistas podencos en Málaga provincia para usar y tirar, ¿Por qué el Málaga CF contrata futbolistas mercenarios podencos que cobran 10 mil euros al mes?. Prefiero pagar 6 mil euros al mes a un futbolista podenco malagueño que a un mercenario.

En cuanto al partido contra el Albacete Balompié, más vale que Sergio Pellicer deje de manipular a los aficionados a través de los medios. Si ganó el ascenso a segunda división fue porque los otros equipos con los que se enfrentó el Málaga CF, eran más malos que el Málaga. No que el Málaga fuera más bueno.

Ser entrenador de fútbol, en atletismo, tiene nivel de monitor de primera. Aunque el nivel de enganchados con título de monitor es pura corrupción del sistema, como en todas las instituciones, teniendo en cuenta que, muchos son acompañados por las novias y las esposas a los exámenes, para coger el enchufe oportuno, para después comerse treinta años de mojones de puro mediocre.

El tren de carrera del Málaga CF sigue siendo de fútbol aficionado. Lo sé porque los futbolistas como equipo, no llegan a correr 90 kilómetros por partido, cuando los mejores equipos de segunda divión o primera división superan con creces los 100 kilómetros por partido, e incluso algunos llegan a 120 kilómetros por partido.

Lo que pasa que estos detalles y estadísticas, a Pellicer y a su cuerpo supuestamente técnico, le queda grande, más perdidos que un brasileño en el océano patagónico.

Creerse que el que escribe es un paleto en deporte de competición de la misma categoría que los paletos del deporte SUR o del MARCA, es un gran error. Sus chalauras en los medios no me convencen porque yo soy un playboy, no me dejo valorar por nadie.

Sin embargo Pellicer tiene la obligación de ganar partidos, cumplir como entrenador ganando partidos, pero se ve que lo mejor que sabe hacer es cacarear en los medios afines poniendo pegas, victimizándose por ser un incapacitado para cumplir ganando partidos y llevar al Málaga CF a primera división.

Victimizarse es eso, poner pegas a su incompetencia y limitaciones como entrenador. Lo mismo que el señor Juarros con un petate cargando con una pesada roca, dificultando la progresión del Málaga CF hacia la élite, contratando jugadores mercenarios que "trabajan" por dinero, listos que se agarran al escudo para seguir viviendo del cuento. 

Como he dicho al principio, al Málaga CF no se viene a "trabajar", se viene a competir. Y si los jugadores no compiten, mándelos a la Patagonia, porque allí no iban a sobrevivir ni un sólo día.

Gane al Albacete y consiga seis puntos antes de final del mes de marzo, o por el contrario dimita y vuélvase a su tierra valenciana. Deje de victimizarse en los medios para manipular a la afición, porque de ser yo el director deportivo, su cuerpo técnico estaría despedido de inmediato junto con usted, todos en el mismo saco.